¡Hola! Vamos a sumergirnos en la visión del presidente Biden para el futuro fiscal de Estados Unidos, tal como se describe en su reciente Discurso sobre el Estado de la Unión y el presupuesto propuesto para 2025. Es un plan que está generando bastante conversación, con una combinación de impuestos más altos para las empresas y los ricos, junto con una pizca de créditos fiscales y reglas más complejas para todos los contribuyentes.
La semana pasada, el presidente Biden esbozó un panorama de Estados Unidos en el que las empresas y los que más ganan aportan un poco más, con la promesa de un aumento de impuestos de 5,1 billones de dólares en la próxima década. Pero no se trata solo de pagar más; se trata de navegar por un laberinto de nuevas reglas, créditos y exenciones diseñados para ajustar el panorama económico.
El presupuesto propuesto tiene como objetivo recortar el déficit mientras hace suposiciones audaces sobre el crecimiento económico y la extensión de los recortes de impuestos. Los puntos destacados clave incluyen aumentar los impuestos corporativos al 28%, duplicar los impuestos mínimos para las grandes corporaciones y un conjunto de medidas destinadas a promover la investigación y el desarrollo en lugar de deslocalizar beneficios.
En el lado individual, estamos considerando tasas más altas para aquellos que ganan más de $400,000, un impulso para gravar las ganancias de capital no realizadas y un nuevo «impuesto mínimo para multimillonarios» para garantizar que los ultra ricos paguen su parte justa. Además, hay ajustes propuestos a las contribuciones para la jubilación, los impuestos sobre sucesiones e incluso a los impuestos sobre los activos digitales, incluido un nuevo enfoque en la energía utilizada en la minería de criptomonedas.
Sin embargo, en medio de estas subidas de impuestos, hay un resquicio de esperanza con las extensiones y expansiones propuestas de varios créditos fiscales destinados a apoyar a los niños, los trabajadores y la asequibilidad de la atención médica. Sin olvidar los incentivos para los compradores de vivienda por primera vez y los esfuerzos para impulsar viviendas asequibles.
A medida que profundizamos en las capas de la propuesta presupuestaria de Biden, queda claro que la visión es de complejidad y cambio, con el objetivo de dirigir la economía hacia un futuro más equitativo. Pero con las grandes ideas surgen grandes debates sobre la efectividad, el crecimiento y la competitividad en el mercado global.
¿Qué piensas? ¿Estos cambios propuestos allanarán el camino para una economía más sólida o nos enfrentamos a desafíos potenciales en el horizonte? Únase a la conversación y exploremos juntos el futuro de la política fiscal de Estados Unidos.