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El presidente electo Donald Trump se reunió con Kris Marszalek, director ejecutivo de Crypto.com, en su finca Mar-a-Lago en Florida. Hablaron sobre la necesidad de un marco regulatorio claro para la industria de las criptomonedas. Esta reunión tuvo lugar después de meses de creciente interés en los activos digitales y la innovación. Trump alguna vez tuvo dudas sobre Bitcoin, pero ahora adopta las criptomonedas y parece ansioso por dar forma a políticas que podrían ayudar a Estados Unidos a convertirse en líder en este campo. La charla incluyó ideas sobre una reserva estratégica de Bitcoin y la creación de un consejo asesor de criptomonedas propuesto. Estos pasos podrían orientar cómo tratará la nueva administración estos activos.
La administración Trump ya ha mostrado interés en los activos digitales. Trump ha nombrado a varios defensores de las criptomonedas para puestos financieros importantes. Se espera que Paul Atkins, conocido como pro-innovación, se desempeñe como presidente de la SEC. El equipo de Trump también parece estar listo para anunciar su nombramiento en la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos, conocida como CFTC. Algunos creen que estos movimientos clave podrían revertir las acciones regulatorias agresivas tomadas bajo Gary Gensler, el actual presidente de la SEC. Muchos en la industria esperan que estos cambios reduzcan la jurisdicción de la SEC sobre los criptoactivos e introduzcan más claridad. La presencia de defensores como Howard Lutnick de Cantor Fitzgerald LP como secretario de Comercio y Scott Bessent como secretario del Tesoro se suma a la idea de que los criptoactivos pueden ganar un lugar estable en la política pública. David Sacks está preparado para asesorar tanto sobre inteligencia artificial como sobre criptomonedas, lo que puede aumentar la influencia de las herramientas digitales en la configuración de la política futura.
Este enfoque busca hacer de Estados Unidos un líder mundial en activos digitales. La reunión entre Trump y Kris Marszalek siguió a conversaciones recientes con otros líderes de la industria. El mes pasado, Trump habló por teléfono con Brian Armstrong, director ejecutivo de Coinbase. Discutieron los nombramientos de criptomonedas y otras funciones financieras dentro del Congreso y la administración entrante. Estas conversaciones muestran el creciente interés del presidente electo en formar una sólida red de expertos que comprendan cómo funcionan estos activos. Al involucrar a profesionales como Marszalek y Armstrong, Trump espera desarrollar confianza y abrir líneas de comunicación que conduzcan a un plan sólido.
Muchas personas en el campo de las criptomonedas creen que un marco regulatorio definido beneficiará a todos. Unas reglas claras pueden alentar a más empresas a operar en Estados Unidos, lo que generará tanto crecimiento económico como confianza. También puede ayudar a evitar confusiones sobre si ciertas transacciones caen bajo la jurisdicción de la SEC sobre los activos criptográficos o si la CFTC debería intervenir, especialmente cuando se trata de derivados de criptomonedas. Unas mejores reglas, combinadas con un consejo asesor de criptomonedas, podrían brindar a los inversores y empresas una oportunidad justa de prosperar. El equipo de Trump parece estar listo para ocupar puestos financieros clave con figuras que respetan y comprenden la economía digital. Estos nombramientos podrían garantizar que todo el sector opere en igualdad de condiciones.
Un tema que surgió antes de esta reunión fue la demanda que Crypto.com había presentado contra la SEC. La compañía recibió un Aviso Wells de la SEC, que sugería que la agencia tenía la intención de emprender acciones de cumplimiento. La demanda intentó rechazar lo que Crypto.com consideró afirmaciones injustas de que la mayoría de las transacciones de criptomonedas, aparte de Bitcoin y Ethereum, contaban como valores. La compañía vio esto como un alcance excesivo que perjudicó la innovación. Sostuvieron que los reguladores necesitaban determinar qué agencia debería supervisar productos específicos para que las empresas pudieran tener un entorno estable para crecer.
Después de reunirse con Trump, Crypto.com decidió abandonar su acción contra la SEC. Un portavoz de Crypto.com dijo que la compañía ahora quiere colaborar con la nueva administración en lugar de librar batallas legales. Este movimiento sugiere que la industria ve una oportunidad real de influir en cómo el nuevo gobierno establece la política de criptomonedas. La voluntad de Trump de reunirse con personas como Marszalek podría conducir a menos disputas y a un mejor entendimiento. Si la administración apoya un camino más simple hacia el cumplimiento, tanto las empresas establecidas como las nuevas empresas emergentes podrían prosperar.
El interés de Trump en establecer una reserva estratégica de Bitcoin muestra que se toma estos asuntos en serio. Una reserva de Bitcoin podría indicar que Estados Unidos reconoce los activos digitales como un valioso depósito de valor. Algunos expertos creen que esto podría brindar más estabilidad y ayudar a definir el papel de las criptomonedas en las finanzas internacionales. Este paso también puede colocar a Estados Unidos en pie de igualdad con otros países que comienzan a aceptar activos digitales.
El enfoque de Trump en los nombramientos de criptomonedas puede dar forma a todo su equipo financiero. Al colocar a los defensores de las criptomonedas en roles que influyen en las políticas, Trump podría mejorar el crecimiento del mercado. Esto incluye la elección de Paul Atkins como presidente de la SEC, una figura conocida por su postura a favor de la innovación, así como el nombramiento de líderes como Howard Lutnick y Scott Bessent. Los antecedentes de Lutnick con Cantor Fitzgerald LP podrían alentar nuevos productos financieros. El papel de Bessent como secretario del Tesoro podría ayudar a alinear la política financiera del país con herramientas modernas. David Sacks, asesorando sobre IA y criptomonedas, podría vincular la tecnología avanzada con la política práctica, construyendo un puente entre las economías digital y real.
Los observadores creen que este enfoque puede atraer a más empresas a Estados Unidos. Al brindar claridad regulatoria, el Congreso y los departamentos financieros pueden establecer reglas que protejan a los inversionistas pero que también permitan a las empresas explorar nuevas ideas. Con el tiempo, los activos digitales y la innovación pueden convertirse en una parte natural del mundo financiero de la nación. Muchos creen que este entorno fomentará la confianza, reducirá la fricción legal y fomentará el crecimiento.
El cambio en las opiniones de Trump sobre Bitcoin y otros activos digitales muestra que las actitudes pueden cambiar rápidamente. Alguna vez escéptico, Trump ahora trata estos activos con respeto. Al involucrar a líderes como Kris Marszalek y Brian Armstrong, aprende de quienes conocen estos mercados por dentro y por fuera. El resultado pueden ser políticas que eleven todo el ecosistema criptográfico. Esta postura puede ayudar a convertir a Estados Unidos en un importante centro de innovación de activos digitales, en lugar de un lugar donde la incertidumbre aleja a las empresas.
Al tomar medidas hacia un marco definido, colaborar con la industria y colocar a los defensores de las criptomonedas en puestos clave, la administración entrante de Trump sugiere que quiere tomar en serio los activos digitales. Los observadores esperan que esta estrategia reemplace la confusión con el orden y fomente un crecimiento constante. A medida que salgan a la luz más detalles, el mundo observará cómo estas decisiones afectan el estado de los activos digitales y el futuro de la política criptográfica.